
TEGUCIGALPA.- Los días 17 y 18 de julio, el equipo de estudiantes de Medicina y Eloy, un doctor de 50 años que llegó hace poco, subieron a la escuela Santa Teresa, en la colonia Nueva Capital, a realizar un examen médico básico a los 1.300 alumnos que están escolarizados en este proyecto de ACOES. Yo estuve con ellos el segundo día y así vivimos la experiencia.
Pero antes de que los doctores los vieran, otra voluntaria que se llama Rocío y yo les tallábamos y pesábamos, rellando una ficha con su nombre, apellidos, persona responsable (su madre o padre), edad, curso, sección, maestro y nombre de la escuela. Adivinar cuántos años tenían era casi imposible, pues muchos de los niños hondureños están por debajo del peso y talla normales para su edad.
Pero eso no es lo peor… Nunca habíamos visto unas caries tan avanzadas ni personas con los dientes de leche podridos o que un niño te diga que le duele estomágo porque no ha comido en varios días, que le molesta la pierna o la espalda porque ha tenido que trabajar para ayudar a su familia, o que su padre le pega desde que su madre les abandonó cuando él empezó a beber demasiado. Sé que en España también ocurren estas cosas, pero no es tan frecuente como en Honduras.
Este día me pareció uno de los más cansados, pero mereció la pena porque así todos han sido revisados por un médico y los que las necesitaban, ya tienen medicinas. Por momentos ya no veía más que niños hondureños sobre la báscula y bajo el metro… ¡¡Menos mal que aquí son todos muy cariñosos y te sonreían, abrazaban o daban un beso!!
El artículo en imágenes
![]() Los estudiantes esperan a ser atendidos
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![]() Ana rellenando las fichas médicas de los alumnos
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![]() |
![]() Los alumnos aguardan su turno después de haber sido tallados y pesados
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Recursos:
Web de ACOES: www.acoes.org
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Ana me alegra que hayas publicado todo esto y que hayas entregado bastante tiempo para los demas. Sigue asi que vales muchisimo.