La Eurocámara ha aprobado hoy un informe en el que propone prorrogar hasta el 2013 las ayudas a su producción
La Unión Europea se empeña en contradecirse a sí misma aumentando el porcentaje de ayudas a las campañas comunitarias contra el tabaco (tan sólo un 1% más que lo propuesto anteriormente por la Comisión) y a la misma vez prorrogando la concesión de ayudas a su fabricación hasta el 2013.
Al final, un 6% de las ayudas a su producción, más de 81 millones de euros, irán destinadas a campañas de prevención del tabaquismo.
En resumen, por un lado tenemos el apoyo al Fondo Comunitario del Tabaco, que siempre se ha financiado con una parte de la ayuda a la producción de tabaco y que tiene como objetivo aumentar la concienciación pública de los efectos nocivos de su consumo. Por otro lado, se mantiene el régimen de ayudas a los agricultores productores de tabaco hasta 2013 en lugar de suprimirlas en 2010.
Entre los países que han apoyado esta medida está España, que concentra casi toda su producción en Extremadura, aunque también existen cultivos en Andalucía, Castilla-La Mancha, Navarra, País Vasco y Castilla y León.
En contra de la medida se sitúan los países escandinavos, como Dinamarca. Además hay que señalar que la UE es el principal importador mundial de tabaco y que dentro de sus fronteras se cultiva el 4% de la producción mundial.
Que el tabaco se consume es un hecho. Que es nocivo, también lo es.
Pero si dejamos de apoyar el cultivo español, el tabaco llegaría de Turquía o Marruecos o… Es decir, seguiríamos consumiendo, pero los beneficios volarían a otras latitudes.
Una parte considerable del norte extremeño vive del tabaco, y su eliminación supondría el colapso de la región. De modo que comparto la postura del gobierno en la defensa de los intereses de España.